martes, 19 de febrero de 2008

Acerca de mi perfección.

Recientemente, en este blog, se ponía en duda mi perfección tergiversando de forma tendenciosa el verdadero mensaje de la Biblia. Es inadmisible el acusarme de cometer errores simplemente porque así lo ponga clara y explícitamente la Biblia. Esto no ocurría cuando el texto sagrado estaba en latín y, aun después de traducido, seguiría sin ocurrir si la inmensa mayoría de la población fuese analfabeta como cuando mi Iglesia estaba en su máximo apogeo. En el último artículo de mi blog dejo claro que si el entendimiento nubla y perturba la fe, hay que renunciar a él y dejarse llevar pero, aun exponiéndome a que las mentes más limitadas para la razón no lo entiendan, daré la única explicación que será admisible para vosotros.
La Biblia
nunca debe ser interpretada literalmente, la explicación a esto no es que su mensaje incoherente no se lo creería ni la mente más influenciable, no. Ésta interpretación sería la que seguro harían los recalcitrantes ateos, seres indignos de mi creación y supremos merecedores del fuego eterno del Infierno. Leer la Biblia literalmente acaba con su mensaje.
La explicación correcta es que la Biblia nunca debe ser interpretada literalmente porque hay que hacerlo siempre en su conjunto y bajo la iluminación del Espíritu Santo. Resulta maravilloso cómo, de la subjetividad del lector adoctrinado en mi fe, surge mi verdad absoluta. Cualquier interpretación que ponga en duda los dogmas de mi Iglesia será indigna y pecaminosa.
Acerca de los razonamientos en los que se pone en duda que yo pueda ser bueno y omnipotente a la vez, sólo puedo decir que son hechos por gente privada del verdadero conocimiento basado en mi fe.
Quien, pese a mi generoso esfuerzo, no haya entendido nada, que no se esfuerce en hacerlo, ya que, sin lugar a dudas, es por lo limitado de su entendimiento. Es mejor que no pierda el tiempo razonando y que me busque en silencio de la oración.

Sobre mi hijo Jesús, me parece inaceptable que se le ofenda, con lo buen chico y lo sufrido que ha sido siempre.

Amén.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Sobre mi hijo Jesús, me parece inaceptable que se le ofenda, con lo buen chico y lo sufrido que ha sido siempre."

Modestia aparte... Que todos sabemos que tu hijo y vos son la misma persona...

Edith Alfaro dijo...

hahahaha

Anónimo dijo...

Perdón: qué fuman ustedes? Parece que los inspira mucho. Esta bueno eso. Saludos...