jueves, 14 de febrero de 2008

Hola, ¿qué tal?, soy Dios.

Comparezco por primera vez en este Blog para defenderme de las acusaciones hacia mí aquí vertidas.
En primer lugar tengo que salir en defensa de todos aquellos honrados feligreses que cumplen una labor e-vangelizadora. Me refiero a aquellos de mis seguidores que, sobreponiéndose a la repulsión natural que provocan en nosotros los ateos, se introducen en páginas como ésta para intentar traerlos al rebaño. Porque, por alguna extraña razón, éstas ovejas descarriadas pululan libremente, tanto en el mundo real como en el virtual, desoyendo la voz de su pastor para que retornen a la seguridad del rebaño. Renuncian así a integrarse como un borrego más, que se deja llevar sin hacerse planteamientos incómodos, avanzando todos juntos hacia la luz de mi amor.
Es por tanto de alabar, a quienes acosan a los asilvestrados ateos para que regresen al rebaño, ejerciendo de auténticos perros pastores para su Señor.
Por otro lado quiero decir que soy el Dios español y que es intachable la labor realizada por mis secuaces para llevar mi palabra a cada rincón de México. ¿Cómo se podía permitir que tanta gente malgastase sus vidas?, ¿cómo no ayudarles a ver mi luz y a sentir mi amor?. Aquellos pueblos bárbaros necesitaban mi fe aunque no lo supiesen, una fe cierta y redentora. Era necesario obligarles por su bien. Se podrá acusar a mis congregaciones de fundar mis Iglesias sobre sus lugares sagrados, de intentar destruir su cultura, de matarlos, de torturarlos y de humillarlos pero... ¿Quién es tan hipócrita de no reconocer que ha merecido la pena?. Si exceptuamos incómodos y despreciables retazos como el sincretismo maya, se puede ver claramente que la gente lleva una vida totalmente feliz y plena gracias a su fe en mí. Quiero también defender el papel en todo esto de la Virgen de Guadalupe que tan útil me ha sido.
A las acusaciones de machismo no responderé porque no veo qué puede tener éste de malo.

Arrepentíos infieles.

1 comentario:

lm dijo...

Gracias, Dios mio. Yo sabia que no estaba equivocado al buscarte en el internet. Ahora, agun dia podré morir tranquilo, sabiendo que si existes y que esos malditos ateos están equivocados.

Sabia que esa frase de "Algunos de los que estan aquí no gustarán la muerte..." no podia haber sido en vano.